En agosto de 2006 la peor ola de incendios en la historia de Galicia arrasó más de 80.000 hectáreas de monte y sembró el pánico en la comunidad. La teoría de que una trama organizada estaba detrás de aquellos fuegos derivó en una investigación policial sin precedentes que concluyó que no hubo una actuación colectiva y coordinada para quemar el monte. Salvando las distancias con lo ocurrido en 2006, la Fiscalía Gallega de Medio Ambiente tomará como referente aquel trabajo de investigación para averiguar las causas de la ola de incendios que ha asolado la comunidad en las últimas semanas y, muy especialmente, la provincia de Ourense.
El objetivo de este estudio, que centrará su análisis en los fuegos registrados entre el 1 y el 23 de octubre, será determinar si detrás de la ola incendiaria que, según el último balance de la Xunta, arrasó en pleno otoño 23.358 hectáreas de monte existe algún elemento que difiera de la tipología de incendios que habitualmente afectan a la comunidad. Para ello, según explica el fiscal coordinador de Incendios en Galicia, Álvaro García Ortiz, la investigación se centrará en cuatro parámetros: los incendios escaparate, llamados así porque buscan captar la atención pública y se localizan cerca de ciudades, grandes aglomeraciones o infraestructuras importantes; los fuegos de más de 50 hectáreas de extensión; los focos por los que las que hay alguna persona detenida o imputada; y, por último, incendios en los que la notificación en sí misma ya lleva implícita la causa, por ejemplo, aquellos provocados por la chispa de una segadora o el escape de una quema.
Nada extraordinario
A la espera de las conclusiones del informe, que prevé tener listo en el mes de diciembre, García Ortiz asegura que aún "es demasiado pronto" para sacar conclusiones sobre lo ocurrido, pero reconoce que nada hace sospechar, a priori, que existan "comportamientos extraordinarios" detrás de los casi 2.000 fuegos contabilizados por Medio Rural hasta el 24 de octubre.
Y aporta un dato real: de los 140 presuntos incendiarios detenidos en lo que llevamos de 2011, tan solo a 25 se les relaciona con "incendios dolosos". En el resto, el origen de los fuegos hay que buscarlo en imprudencias, una tipología en la que la causa que más se repite son los escapes de quemas y aunque menos, los fuegos originados por trabajos en el rural y el uso de maquinaria agrícola, así como aquellos provocados por la chispa de un tren o una línea de alta tensión.
Esta proporción en la que a solo un 18% de los detenidos se les atribuye incendios dolosos –y, por tanto, intencionados y premeditados– "se mantiene respecto a la de otros años", como aclara García Ortiz. Al igual que la cifra de detenciones, ya que los 140 incendiarios interceptados desde enero (150 si se tiene en cuenta a los imputados que no fueron detenidos) están en la media de los últimos seis años. Y ello a pesar de que en las últimas semanas la Xunta ha insistido en que tras esta ola de incendios hay un "alto nivel de intencionalidad" que cifró en casi el 90% y una "intensa actividad delictiva" ante la que ayer mismo volvió a reclamar a las fuerzas de seguridad "más eficacia".
Sin entrar a valorar las declaraciones realizadas por la Xunta, el fiscal de Incendios asegura que, mientras un estudio detallado de lo ocurrido no diga lo contrario, nada hace sospechar que en los parámetros de los incendios de las últimas semanas "haya algo raro". "No tengo datos que indiquen en estos momentos que haya nada diferente a la tipología incendiaria de otros años", añade el fiscal, que admite que la única circunstancia atípica que rodea a esta última ola de incendios es el "elemento temporal", un factor que atribuye directamente a la meteorología".
Pero más allá de los indicios de partida, la Fiscalía quiere hechos. Por eso, Álvaro García explica que, para ello, solicitarán de inmediato a la Guardia Civil y a la policía autonómica toda la documentación sobre los incendiarios detenidos y a la Xunta, los informes o al menos los datos básicos parametrizados de los fuegos ocurridos desde el 1 de octubre. Tras recopilar toda esta documentación, la Fiscalía se reunirá con policías, guardias civiles y agentes forestales para analizar "incendio por incendio" y con todo ese material, los fiscales de Medio Ambiente elaborarán su informe de conclusiones.
"Lo que pasó en octubre fue que por algún motivo hubo una actividad incendiaria exacerbada", volvía a insistir, sin embargo ayer el conselleiro de Medio Rural, Samuel Juárez.
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