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La Voz de Galicia

GALICIA


Feijoo propone rebajar el IBI a quienes limpien sus fincas


25/10/2011 | Serafín Lorenzo
| SANTIAGO
   

La Xunta negociará el incentivo con la Fegamp para bajar el riesgo de incendios

Incentivar la productividad de las parcelas agrarias y forestales para animar a sus propietarios a que mantengan activas sus fincas y evitar que prolifere en ellas una maleza que se convertirá en combustible en caso de incendio forestal. Esta es la idea que inspira la propuesta que ayer lanzó Feijoo de establecer rebajas tributarias para los propietarios que trabajan las tierras. «Os señores que viven nas cidades e abandonan propiedades do rural non poden ter o mesmo trato impositivo que os que viven do sector agrario e forestal», defendió el presidente de la Xunta. Esa deferencia fiscal se canalizará a través del impuesto de bienes inmuebles (IBI) que los dueños pagan por esas parcelas.

En su intervención en una conferencia en Santiago, Feijoo puso sobre la mesa una propuesta de la propiedad agraria o forestal ligada a la productividad que su Gobierno planea abordar en el seno de la Federación Galega de Municipios e Provincias (Fegamp), ya que la gestión del IBI está cedida a los ayuntamientos. El concepto parte del principio de aplicar una fiscalidad distinta a las tierras que sean productivas y a las que no se trabajen. Es ahí donde entra en juego, entre otras medidas en estudio, la posible revisión de la fiscalidad del IBI.

Esta propuesta no fue incluida por la Xunta en el proyecto de Lei de Montes, en el que sí incorporó otros cambios para tratar de poner en valor el monte, lo que además de aumentar su productividad también ayudaría a combatir los incendios intencionados. Es el caso de la obligación de los propietarios de reinvertir el 100 % de los ingresos que obtengan por comercializar madera afectada por los fuegos forestales, con lo que se restringe esa posibilidad de negocio.

Además de avanzar esa propuesta sobre el distinto trato impositivo, Feijoo incidió en la necesidad de revisar el Código Penal para endurecer el castigo a los incendiarios. Censuró en este sentido la falta de conciencia social en casos como el incendio que el año pasado se cobró la vida de dos brigadistas en Fornelos de Montes, una causa que el juez archivó la semana pasada.



En octubre ardieron 23.358 hectáreas

De las 23.358 hectáreas que han ardido este mes de octubre, al menos 5.000 se concentran en espacios protegidos de alto valor ecológico, la mayoría en O Xurés y en las sierras de San Mamede y O Invernadeiro. En lo que va del 2011 han ardido 36.000 hectáreas, lo que deja el balance como el peor desde la ola de incendios del año 2006.



La Xunta prescinde hoy de 900 brigadistas

Novecientos brigadistas eventuales de la empresa pública Seaga dejarán hoy de trabajar para la Administración gallega en la extinción de incendios. La llegada del tiempo otoñal, con lluvias en toda la comunidad, ha eliminado el riesgo de fuegos y también la necesidad del personal de refuerzo. Este grupo de trabajadores forman parte del contingente de 2.100 eventuales que trabajan entre el 1 de julio y el 30 de septiembre, temporada de máximo riesgo.

Este verano, desde mediados de septiembre, la Xunta empezó a prescindir de los brigadistas de Seaga, pese a las críticas sindicales. Y tenía previsto, como todos los años, dar de baja a todos el 30 de septiembre, pero la prolongada sequía y la situación de riesgo en Ourense obligó a Medio Rural a dar marcha atrás -suspendió las comunicaciones de fin de contrato- y a mantener a los casi mil operarios que hoy finalizan su tarea.

Galicia encara la recta final de octubre con una borrasca y con la huella de una ola de incendios en pleno otoño que ha devastado 23.358 hectáreas de monte, la mayoría en Ourense. Es más de lo que había ardido entre enero y septiembre, lo que deja el balance del 2011 como el peor desde el desastre del 2006. A pesar de que las primeras estimaciones divulgadas por colectivos ecologistas sitúan la afección en áreas de alto valor ecológico este mes de octubre en más de 12.000 hectáreas, los primeros datos que maneja el personal antiincendios cifran el daño en al menos 5.000, concentradas en el incendio de Lobios, con afección a O Xurés, y en los de Manzaneda y Maceda, dañando espacios protegidos en la sierra de San Mamede y en O Invernadeiro.

Medio Rural insiste en que no tiene constancia que esta última zona haya quedado dañada y advierte de que así lo han confirmado alcaldes de la zona. «Al valorar el daño debe tenerse en cuenta que no sirve como referencia la Red Natura porque buena parte del monte gallego se engloba en ella; hay que hacer una valoración más pormenorizada y por ahora no hay cifras definitivas», precisan en Medio Rural. A la espera de que eso se concrete, lo cierto es que la ola incendiaria de octubre -con 1.942 fuegos, una cifra más de diez veces superior a la de otros ejercicios- ha azotado con crudeza al Macizo Central ourensano, una de las reservas naturales de mayor valor. Este es el argumento esgrimido por algunos para hablar de una catástrofe ecológica que no se produjo en el 2006, cuando el bipartito se vio desbordado por la ola de incendios que azotó el eje atlántico. Sin embargo, son muchas las diferencias entre este otoño y aquel verano. Galicia contabilizó aquel año hasta 6.000 incendios, una cifra muy similar a la de este 2011. La superficie arrasada, en cambio, difiere mucho: más de 95.000 hectáreas del 2006 frente a 36.000 de ahora. La ola de hace cinco años se produjo en pleno verano, en temporada de máximo riesgo, con todos los medios disponibles. Y esta, en cambio, ha coincidido con el inicio del otoño, justo cuando la Xunta iniciaba el repliegue de medios.



Detenido en Vilardevós tras ser visto cuando prendía fuego a un monte

Un vecino de la localidad ourensana de Vilardevós se encuentra detenido desde el pasado sábado como presunto autor de un incendio forestal registrado en un monte comunal cercano a su vivienda. Según informaron ayer fuentes oficiales, Julio F.?Á., de 36 años y con numerosos antecedentes penales, fue visto por los trabajadores de una brigada de extinción mientras prendía fuego al monte, en un paraje conocido como A Uceira. Enseguida, los brigadistas avisaron a la Guardia Civil, aunque la detención del sospechoso resultó más difícil de lo esperado.

Así, cuando llegaron los agentes, el sospechoso se encaró con ellos y mostró una actitud chulesca, asegurando: «Si quemo el monte es porque es mío». Terminó siendo esposado y custodiado por la fuerza pública hasta el cuartel. Se espera que el hombre pase hoy a disposición judicial. Según ha trascendido, el sospechoso no solo se encaró con los agentes, sino que antes de que llegaran, había hecho lo mismo con los brigadistas, tratando incluso de evitar que apagasen las llamas. Finalmente, se quemaron 0,3 hectáreas de monte desarbolado.




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