
Los incendiarios se cebaron ayer con los montes del municipio de Gondomar. Un total de cinco incendios perfectamente diferenciados, aunque algunos de ellos a pocos metros de distancia entre sí, devastaron unas sesenta hectáreas de superficie forestal, tanto arbolada como rasa, según los datos ofrecidos por la Consellería de Medio Rural y la Policía Local. Los dos más intensos se declararon en las parroquias de Chaín y Mañufe con el resultado de 55 hectáreas calcinadas.
La alarma saltaba a las 1.25 horas de la mañana en Chaín, donde el fuego acabó con 30,24 hectáreas arboladas, según las primeras estimaciones. Inicialmente, este incendio quedaba controlado en torno a las 11.30 horas –alcanzando el barrio de Casás, en Vincios– aunque a las cuatro de la tarde revivía en algunos puntos. En las labores de extinción participaron tres agentes forestales, siete brigadas, cuatro motobombas y un helicóptero. Todos ellos ante la atenta mirada de un grupo de vecinos, ya que el fuego quedó a unos diez metros de sus casas.
En el barrio de Portavedra, en Mañufe, se desataban las llamas en torno a las cuatro de la madrugada y arrasaban 25 hectáreas hasta las 10.30 horas, momento en que dos agentes forestales, tres brigadas, otras tres motobombas y una pala lograban controlarlo.
Pero el fuego no daba tregua y se declaraba en O Rapadouro, otro barrio de Mañufe, a las 13.00 horas, aunque los brigadistas y agentes de la Policía Local conseguían sofocarlo en media hora.
Ya por la tarde, el barrio de Nande, también en Mañufe, registraba otros dos focos, uno a las 16.00 horas y otro a las 19.00. Ambos separados entre sí unos 400 metros y a poca distancia de la zona arrasada de madrugada.
La Guardia Civil investiga las circunstancias en que se produjeron los fuegos, ya que existen sospechas de que se trata de un grupo de personas que los prendió de forma intencionada.
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