
A las ocho de la mañana saltó la voz de alerta. Un incendio afectaba al vertedero de inertes de Campomarzo, en Silleda. El aviso fue de operarios de la planta que comenzaban a trabajar y, a partir de ahí, se activó un amplio despliegue de equipos de emergencia para tratar de sofocarlo. Pero el fuego ya podría haber comenzado horas antes a tenor de cómo había avanzado. Sin embargo, el hecho de que el basurero para residuos procedentes de la construcción se encuentre en un hueco que quedó de una cantera y fuese una jornada con niebla, pudo provocar que pasase desapercibido en sus momentos iniciales.
Las tareas para extinguir el incendio ya superaban anoche las trece horas y podrían prolongarse, según explicaban, durante más de una jornada puesto que es preciso remover todos los residuos afectados para evitar que se reproduzca y apagarlo completamente. Los equipos del Parque Intercomarcal de Bomberos de Deza y Tabeirós, Protección Civil de Silleda, Lalín y A Estrada, dos motobombas de extinción de fuegos forestales y un helicóptero, junto a excavadoras y camiones de la cantera que gestiona el basurero, trabajaron sin cesar.
El fuego quedó controlado en torno a la una de la tarde, pero para sofocarlo, la principal dificultad radicó en impedir que avanzase hacia capas más profundas del basurero. Para ello, las máquinas excavadoras estuvieron extrayendo el material afectado y depositándolo en otras zonas próximas, donde los bomberos que coordinaban las tareas lo iban enfriando, echando agua y espuma para impedir que prosiguiese la combustión. Entre los residuos depositados procedentes de la construcción se encuentran productos de plástico y poliuretano, que son inflamables y que provocaron una humareda visible durante toda la jornada.
Hasta el vertedero de Campomarzo también se desplazaron ayer por la mañana fuerzas de seguridad como la Guardia Civil o la Policía Autonómica, así como técnicos de la Consellería de Medio Ambiente, para analizar las causas de este incendio que afectó al basurero. En ese sentido, desde el Concello silledense señalan que, a falta de las conclusiones de la investigación oficial, todo parece apuntar a que el incendio fue intencionado, en vista tanto de las condiciones meteorológicas existentes como de las horas en las que se originó.
Debido a que es ya un vertedero de inertes activo durante una década, según apuntaron los equipos de emergencia, es muy difícil realizar las estimaciones del material que se vio afectado por el incendio.
Segunda ocasión
Esta no es la primera vez que el incendio afecta al basurero de inertes que se puso en marcha en el 2001. Hace cuatro años ya se había producido otro, pero de menores dimensiones. En aquella ocasión también se especuló con la posibilidad de que fuese intencionado.
Las casas más cercanas al hueco de la cantera están a unos 500 metros. Sin embargo, la preocupación estaba en la humareda que se generó. La alcaldesa de Silleda, Paula Fernández, que acudió al lugar, contactó con Medio Ambiente por si había que aplicar algún protocolo. «Dende a Xunta lembraron que veñen facendo un seguimento do tipo de residuos e non é necesario poñer en marcha protocolos específicos por non existir riscos para a poboación», aseguró la regidora. Desde el departamento de la Xunta explicaron a La Voz que no había riesgo de contaminación. Por su parte, la Federación Ecologista Galega pedía a la Xunta que actuase por el riesgo de toxicidad, además de considerar inadmisible que se produzcan este tipo de incendios. «Se fallan os protocolos de emerxencia é porque existe unha sucesión de erros», indican, y piden que se depuren las responsabilidades.
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