Un vertido de aguas residuales puede haber sido el causante de la muerte de 800 truchas en el río Ulla a su paso por Monterroso. Al parecer, la intensa tormenta caída durante la madrugada del domingo al lunes provocó que la estación depuradora de la localidad se viese desbordada y estas fuesen a parar directamente al río. Como consecuencia, las truchas del coto de pesca situado entre As Quendas y la presa do Alemán perecieron.
Así lo constataron los técnicos de Medio Ambiente que estuvieron durante todo el día de ayer recogiendo pruebas en el río Ulla. En el tramo que discurre entre el área recreativa de A Peneda y la presa do Alemán pudieron encontrar una gran cantidad de truchas ya muertas y almacenadas en los recodos que forma el río.
Murieron asfixiadas
Precisamente, a la altura de A Peneda se encuentra la depuradora de Monterroso. Según los primeros informes, esta pudo verter directamente al río provocando que los animales muriesen asfixiados. Este extremo podría verse confirmado cuando los técnicos acaben sus pesquisas ya que, como se ha comprobado en otras ocasiones, las partículas contaminantes de las aguas fecales provocan un consumo de oxígeno en aguas limpias que reducen las posibilidades de vida de truchas y otros peces.
Por su parte, el alcalde de la localidad, Antonio Gato, mostró ayer su indignación al ver que un desastre que ya tuvo lugar en 2005 con 3.000 peces muertos y en 2009 con consecuencias similares se volvía a repetir. Según dijo, él mismo se puso en contacto con la Consellería de Medioambiente hace unos meses para construir una estación de aguas pluviales para tormentas con la que poder hacer frente a tragedias ecológicas de este calibre. Sin embargo, según sus propias palabras, en conversaciones recientes el conselleiro le dijo que comprendía su preocupación pero la planta «no se puede hacer porque no hay dinero para ello».
Se podría repetir
Así las cosas, la situación actual de la planta de tratamiento de aguas de la localidad hace que durante otra tormenta se pudiese repetir esta tragedia. Según Gato, el problema reside en que durante la época estival el municipio dobla su población. Esto hace que la depuradora tenga que funcionar a pleno rendimiento y, por tanto, tenga menos disponibilidad para aguaceros ocasionales.
Además, el caudal del río durante esta época del año es muy bajo, por lo que no puede asumir la llegada masiva de aguas residuales.
Estos inconvenientes, también señalados por el presidente del coto pesquero de Monterroso, José Antonio Guerreiro, se suman a las dificultades que ha tenido la localidad en los últimos años para repoblar su río. Desde la asociación intentaron en repetidas ocasiones que las catástrofes de 2005 y 2009 se pudiesen superar introduciendo más ejemplares en el río, pero la masacre del domingo por la noche hace que este vuelva a quedar yermo de especies una vez más. La cifra de truchas, según Guerreiro, seguirá aumentando en los próximos días, cuando los miembros de los cuerpos de protección del medioambiente continúen con el recuento.
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