El inspector urbanístico del Ayuntamiento de Nigrán tendrá que rendir cuentas por una obra presuntamente ilegal que está realizando en una finca que heredó en la parroquia de Panxón. Ayer entraron en el registro municipal dos denuncias contra el Ayuntamiento por dejación de funciones tras la supuesta demolición de una vivienda antigua para su posterior reconstrucción y ampliación con una licencia de reformas.
A simple vista las obras consisten en la creación de una vivienda partiendo de una antigua edificación que había y que, por otra parte, se encontraba fuera de ordenación. Los trabajos se están llevando a cabo en suelo rústico donde la Lei do Solo de Galicia prohíbe los usos residenciales. Además incumple el requisito de parcela mínima, puesto que su superficie no llega a los 2.500 metros cuadrados, cuando son necesarios al menos 4.000 metros para poder edificar. Esta actuación se ampara en una licencia para el cambio de teja, aplacado con piedra del país y rehabilitación de aceras exteriores, según se puede apreciar en un cartel indicativo.
Sin embargo, se observa que el promotor de la obra ha añadido un tejado que no se ajusta al permiso, ni a la configuración original. La licencia está a nombre de la mujer del funcionario, que figura con sus iniciales como propietaria en el cartel informativo.
El desarrollo de los trabajos había causado revuelo entre vecinos del barrio de Bouzabella al partir de un miembro de la Administración local que es, precisamente, el encargado de informar sobre este tipo de irregularidades que se cometen dentro del término municipal. Por su parte, el funcionario, Manuel González Lomba, rehusó hacer declaraciones.
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