Comienzan a aclararse las posibles responsabilidades penales por el grave incendio forestal que el pasado día 8 asoló 410 hectáreas de monte en los municipios ourensanos de Bande y Verea. Dos ingenieros técnicos forestales que estaban al mando de lo que se había concebido como una quema controlada, realizada por la propia Consellería do Medio Rural a petición de los cazadores de la zona, han sido imputados por la Guardia Civil en un delito de incendio forestal.
Los agentes del equipo de investigación de incendios de la Guardia Civil de Celanova, que están llevando las diligencias del caso, consideran que hay indicios de delito en el proceder de los dos técnicos en la gestión del fuego, en cuyas labores de extinción de invirtieron más de diez horas de trabajo, con la participación de medios terrestres y aéreos.
Manuel B.?V., de 32 años y vecino de Vigo, y Cristina R.?M., de 35 y vecina de Lugo, empleados ambos de la empresa Seaga, prestaron declaración en la tarde del pasado miércoles en dependencias del instituto armado. Ahora esa declaración, junto con el resto de las evidencias con las que cuentan los investigadores, serán enviadas al Juzgado de Primera Instancia e Instrucción de Bande. Será su titular la que decida si procede o no la imputación judicial de los dos técnicos, en cuyo caso tendrían que ser de nuevo citados a declarar.
Asimismo, tres personas fueron detenidas ayer en las localidades coruñesas de Boimorto, Santiso y Abegondo por agentes de la Policía Autonómica. Se les acusa de haber provocado incendios forestales por quemas imprudentes. Desde enero se ha imputado a 33 personas.
La provincia de Ourense registró el pasado viernes hasta 30 incendios forestales, lo que supone el récord de fuegos en una sola jornada en lo que va del 2011. Los servicios de extinción lograron contener las llamas en la mayoría de los casos antes de que el incendio lograse una extensión de 20 hectáreas, pero no fue así en todos los casos, como en Montederramo, Cualedro, A Mezquita y, sobre todo, Bande.
La gran parte de la actividad incendiaria que asola la provincia de Ourense se localiza en parroquias declaradas de alto riesgo, con un repunte de los fuegos que viene siendo recurrente en los últimos años y que se asocia a intereses ganaderos. A finales de marzo, en apenas unos días, áreas del sur de Ourense llegaron a contabilizar hasta cien incendios. A pesar de los datos, la Xunta advierte de que no estamos ante una primavera singular en cuanto al número de fuegos y a la extensión arrasada. «Las cifras del 2008 y 2009 fueron peores», recuerda Tomás Fernández Couto, director xeral de Montes.
Las fuerzas de seguridad, gracias a un acuerdo con la Xunta, han comenzado ya a intensificar la vigilancia en estas zonas para identificar a los culpables y para disuadir a los delincuentes.
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