Faltan dos meses para las elecciones municipales y dos meses también para que la Autoridad Portuaria decida si prorroga por tercera vez la concesión a Marina Atlántica para la construcción del puerto deportivo de Massó, en los terrenos de la antigua factoría de conservas en O Salgueirón. La última sentencia del Juzgado de lo Contencioso de Pontevedra que avala la decisión de la alcaldesa de no paralizar las obras del puerto deportivo por efectuarse dentro de la lámina de agua y no en tierra, abre el debate sobre el futuro de O Salgueirón, en la encrucijada del cisma político y la crisis de la construcción.
Las obras de este macroproyecto, que se iniciaron solo con las del puerto deportivo en 2006 y con un segundo intento en 2009, se encuentran paralizadas desde hace año y medio y la empresa constructora Puentes y Calzadas se desmarca ahora del proyecto. La promotora Marina Atlántica, participada por Novacaixagalicia mantiene silencio sobre el futuro del puerto y de la urbanización y el gobierno local hace mucho tiempo que no sabe nada de nada de sus intenciones.
La crisis en el sector inmobiliario ha dañado seriamente el proyecto en tierra que, por otra parte, actualmente es inviable según las normas urbanísticas vigentes. La zona es un 80% suelo industrial y un 20% suelo residencial, y el convenio firmado en su día entre el gobierno del PP de José Enrique Sotelo y Marina Atlántica no figura en el avance del Plan Xeral, sin embargo la empresa desembolsó un millón de euros por el mismo condicionado a un Plan Xeral que nunca se aprobó. Un recordatorio, el plan no es inviable del todo si alguien desempolva la modificación puntual de las Normas Subsidiarias de Urbanismo que pidió la promotora y tramitó José Enrique Sotelo, siendo alcalde, ante la Dirección Xeral de Urbanismo unos pocos meses antes de que se celebraran las elecciones municipales. La Xunta no dijo ni que sí, ni que no y se presenta como una espada de Damocles que son muchos los que afirman que nunca se desenvainaría.
En suspenso
Ahora mismo, todos ponen la pelota en el tejado de la Autoridad Portuaria. Si este ente no otorga una tercera prórroga de la concesión, el proyecto de puerto deportivo se desvanecería. Desde la Autoridad Portuaria aseguran que el plazo para la renovación de la concesión acaba en mayo, pero que a día de hoy no hay nada decidido. La alcaldesa y los socialistas quieren que sea el consejo de administración del Puerto de Vigo el que dé la puntilla al proyecto.
Hay otro frente todavía pendiente y es el recurso de casación que la Cofradía de Pescadores, contraria al puerto deportivo, presentó ante el Tribunal Supremo después de perder en Galicia el contencioso en el que pedía la paralización de las obras. El abogado de la cofradía, Alberto Muñoz, asegura que el recurso está avanzado, ya se han nombrado los ponentes y lo que se ha solicitado desde aquí es que se celebre con una vista "para que la sala tenga un conocimiento más personal de la situación y se pueda señalar con el dedo". Muñoz considera que la reciente sentencia del Supremo contra las obras en el Puerto de Marín les avala. El letrado estima que el proyecto está parado en estos momentos por la cuestión económica y por su inseguridad jurídica. Entiende que no cabe lugar a una renovación de la concesión por parte de la Autoridad Portuaria "teniendo en cuenta que no hay un planeamiento urbanístico vigente".
La alcaldesa deja claro que el futuro de O Salgueirón será el que decida el nuevo planeamiento tras la incorporación de las alegaciones a la aprobación inicial y aprovecha para manifestar que el anterior concejal de Urbanismo, Mariano Abalo, se equivocó de estrategia al basar todos sus esfuerzos en modificar los usos del suelo en tierra. Para ella, la mejor forma de alejar cualquiera tentación sobre el puerto deportivo era mantener el suelo como uso industrial, lo que disuaría a cualquiera de construir. Para la regidora, lo primero era determinar los usos en tierra antes de construir el puerto deportivo, sin embargo, dice que Abalo optó por lo contrario, como lo demuestra el avance del Plan Xeral de Cangas presentado por el líder de ACE, que desarrolla la zona a través de un PERI. Clara Millán recuerda que quien solicitó una prórroga de la concesión fue Mariano Abalo y que quienes rechazaron una enmienda para rescatar la concesión fueron PP y ACE.
Los socialistas consideran que lo primero que debe hacerse es preguntarse qué quiere Cangas para O Salgueirón y, sobre todo, vincular su desarrollo al Plan Xeral, del que todavía carece Cangas. El portavoz socialista Héctor Otero señala que "no debemos condenar esa zona con un macropuerto y es prioritario llegar a una gran pacto político social que evita situaciones que no benefician a nadie y que degradan en demasía la imagen de Cangas, pero al mismo tiempo se hace más que necesario determinar de una vez por todas qué calificación de suelo le damos: o residencial, verde o industrial. Nosotros apostamos porque el centro de la villa esté vinculado a la manzana de Massó". Los socialistas piden diálogo y una mesa de negociación en la que se sienten todas las partes, desde los partidos políticos, los agentes sociales, la Cofradía de Pescadores y la empresa Marina Atlántica. Otero recuerda que fue Sotelo el que originó el problema y que "no puede ahora venir de salvapatrias".
El líder de ACE y exedil de urbanismo, Mariano Abalo, considera que la situación está ahora condicionada a la de las cajas de ahorro y considera que la solución pasa por que Massó "quede en manos de Cangas.O nos convencen de que hay un proyecto beneficioso para el sector de la pesca de bajura, la juventud o la formación o que lo cedan para hacer el gran parque natural que necesita Cangas".
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