Unas 4.000 personas, según la plataforma convocante A ría non se vende, participaron ayer en una marcha-protesta contra los rellenos en la ría de Vigo, donde las autoridades portuarias "han rellenado más de 3 millones de metros cuadrados" y "quieren seguir haciéndolo". Así lo expresó, en declaraciones a Europa Press, uno de los coordinadores de protesta, Duarte Ferrín. La caminata salió de la rotonda de las anclas, en Bouzas, en dirección a la explanada de A Laxe, en donde se escenificó un juicio popular contra los responsables de la Autoridad Portuaria.
Durante la marcha, los participantes exigieron la "suspensión de todas las obras de relleno" que están puestas en marcha en suelos portuarios, donde, como criticó Ferrín, "se están construyendo edificios que nada tienen que ver con la actividad del puerto", como instalaciones administrativas, suelos comerciales, restaurantes o salas de exposición.
Los manifestantes incidieron en su rechazo a las obras de relleno que se están efectuando en la zona del Arenal. Según indicó Ferrín, esta es una de las zonas "más contaminadas de la ría", cuyo mal estado se ve perjudicado también "por las partículas en suspensión contaminantes" que están provocando las obras, y que "pueden afectar a los bancos de marisco y pescado".
Estas partículas contaminantes, según afirmó, "pueden entrar provocar una cadena tóxica y perjudicar seriamente la salud del ser humano". Ante esto, A ría non se vende reiteró su petición de que se "derriben todas las edificaciones que hay en suelo portuario" y que "no tienen relación" con esta actividad. Entre ellas, el edificio administrativo de la Xunta o el centro comercial de A Laxe. También pidió la desaparición de los puertos deportivos ilegales.