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La Voz de Galicia

GALICIA


El Concello congela desde el 2008 el derribo de la ballenera de Massó


21/10/2009 | J. Santos


Marina Atlántica dice que no tiene valor histórico ni etnográfico y el Concello le exige un informe de Cultura

Las instalaciones se construyeron en 1955 y dejaron de funcionar treinta años después

El Concello de Cangas no otorgó la licencia solicitada por Marina Atlántica en mayo del año pasado para derribar los edificios de la vieja ballenera de Massó. No la denegó, pero exigió a la empresa una autorización de la Consellería de Cultura.

La promotora respondió que las edificaciones no están catalogadas ni figuran en ningún régimen de protección, por lo que no consideraba necesario solicitar informe sectorial alguno. El Concello, sin embargo, mantuvo su exigencia. Desde entonces, julio del año pasado, el expediente está parado.

Marina Atlántica se proponía derribar todas las construcciones de la antigua ballenera, explanar el solar y y dejarlo «limpio de cualquier vestigio de edificación». La arquitecta que firma el proyecto de demolición, María Jesús Castelo Villanueva, indica que dado el avanzado estado de ruina de la nave no considera viable su recuperación. Advertía, además, que se había constatado la presencia de animales indeseables y grupos de marginados que podrían llevar aparejado riesgo de infección para las personas.

Las instalaciones constan de un edificio principal, cuyo piso central es una rampa de tablones de madera que todavía existe, y tres edificaciones adyacentes, la superficie total es de 2.525 metros y su volumen, 14.297. La chimenea de la ballenera alcanza una altura de 13.85 metros.

No tienen un valor arquitectónico especial. Son construcciones de bloque de hormigón mezclado con planchas de poliéster. Lo que queda de las cubiertas reposa sobre cerchas de hormigón o bien de madera. La arquitecta entiende que carecen de valor cultural, histórico, arqueológico o etnográfico.

El concejal de Cultura no es de la misma opinión. Su pretensión es que la Xunta catalogue todas las edificaciones existentes en la finca.



Los tiempos de los moros y japonenes en Cangas


Empezó a funcionar en 1955 y cerró treinta años después

La ballenera de Massó se construyó en 1955, aprovechando la maquinaria se la factoría marroquí de Benzú. Inicialmente, la empresa desplazó a Cangas a un nutrido grupo de marroquíes para enseñarle a los cangueses cómo trabajar la ballena. Se construyó una rampa con raíles pasa subir los cetáceos. Allí, los hombres los descuartizaban y las mujeres cortaban la carne para su venta. El mercado principal, casi único, era el japonés, por lo que era frecuente ver por Cangas ejecutivos y expertos en la elaboración del producto de este país. La edificaciones fueron sumándose unas a otras hasta completar una instalación integrada por un edificio principal y tres adyacentes, situados al este de la rampa. En 1985 cerró la ballenera, tras la prohibición de pescar cetáceos.

Hoy subsisten las ruinas y, almacenadas en la antigua conservera, piezas de la antigua maquinaria y hasta el tractor utilizado para el transporte. Queda sólo el piso de madera de la nave principal, las estructuras y, muy dañados, las paredes y cubiertas.

Marina Atlántica proyecta rehabilitar la rampa. El paseo que se propone construir entre el arranque muelle del puerto deportivo y Frigoríficos del Morrazo lo cruzaría con un puente de madera.




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